CADA uno es muy libre de maltratar su imagen como quiera. Hay quien se merecería una orden de alejamiento de sí mismo por derruir en apenas tres días el pedestal que para él construyeron a lo largo de los años millones de aficionados de todo el mundo. Valentino Rossi está en su derecho de encenagarse hasta el casco. «The Doctor» colgó en las paredes de nuestras...
Suscribete para leer la noticia completa: