Cuando el periodista Javier Ángel Preciado leyó en un periódico la historia de Leticia Moracho, una madre cuya hija, Sara, había sido secuestrada por su propio padre, que se la había llevado a Iraq, no dudó ni un segundo de que ahí había una historia que contar. Entonces se puso en contacto con la protagonista y le preguntó hasta dónde estaba dispuesta a llegar...
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