La situación médica irreversible de Andrea, una niña gallega de 12 años, ha avivado el debate en torno a la muerte digna. La pequeña padece una enfermedad neurodegenerativa y una crisis aguda obligó a ingresarla hace casi cuatro meses en el Hospital Universitario de Santiago. En estos momentos es alimentada con una sonda directa al estómago. Los padres piden...
Suscribete para leer la noticia completa:

