La presentación de la primera encíclica que ha despertado interés mundial comenzó a provocar ayer un curioso efecto, un giro copernicano en la relación entre la ciencia y la Iglesia a cuatro siglos del inicio del proceso a Galileo en 1615. Destacados científicos que llevan años alertando del peligroso calentamiento global –un fenómeno confirmado abrumadoramente...
Suscribete para leer la noticia completa:

