En un examen realista de por qué los jóvenes no se casan, el Papa rechazó respuestas simplonas como la emancipación femenina o meramente parciales como la crisis económica. El miedo a fracasar en el matrimonio es una razón mucho más fuerte, y Francisco propuso apostar de nuevo por «la semilla cristiana de igualdad radical entre el hombre y la mujer», que vuelve...
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