En una fuerte denuncia de los abusos que sufren decenas de millones de niños víctimas del trabajo infantil, enrolamiento forzoso como «niños soldado», abusos sexuales, violencia doméstica, situaciones de pobreza y de guerra, el Papa afirmó ayer que su sufrimiento «es un grito que sube a Dios y que acusa al sistema que nosotros, los adultos, hemos construido»...
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