El viaje más intenso del Papa Francisco terminó en una escalada de emociones casi más fuertes que el tifón Amang, que le pisaba continuamente los talones en Tacloban y Manila mientras se reunía con auténticos héroes sin asomo de vanidad alguna. El sábado, en Tacloban, lo eran los trescientos mil damnificados por el supertifón «Yolanda» que acudieron a verlo en...
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