Entrevistar a Chris Dancy — o como le gusta que le llamen, el hombre más conectado del mundo — da miedo. Uno no sabe lo que los sensores pegados a su piel podrían llegar a transmitirle sobre quien escribe estas líneas y que, en apenas unos minutos, le acribilla a preguntas sin piedad alguna. Probablemente, cuando Dancy llegue a su hotel tras la jornada de hoy,...
Suscribete para leer la noticia completa: