La oreja, como la nariz, crece a lo largo de toda la vida. Y su forma puede reflejar la existencia de enfermedad arterioesclerótica a simple vista. Las pequeñas lesiones vasculares que origina la arteriosclerosis y la mala circulación favorecen el crecimiento desigual de la oreja y la aparición de un pliegue, que puede ser un centinela muy fiable de la salud...
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