Cuando Patrick Sawyer, un ciudadano estadounidense-liberiano de 42 años, aterrizó en la ciudad nigeriana de Lagos el pasado 20 de julio, nunca habría podido imaginar la tormenta sanitaria que sus últimos pasos desatarían al oeste de África. Tildado ahora de «maldito» o «terrorista» por muchos ante su irresponsabilidad, Sawyer había acudido a la mega-urbe desde...
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