Abase de abrir su corazón y hablar sin pelos en la lengua, el Papa Francisco consiguió ayer poner a los adultos de Corea ante los verdaderos problemas de su país y, por la tarde, desatar el delirio entre millares de jóvenes de 23 países de Asia. El encuentro de los muchachos y muchachas con el Papa tuvo todo el calor y la emoción de la Jornada Mundial de la...
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