Atrás quedan las compras por impulso en el supermercado y las salidas de viernes noche con los amigos. La crisis ha modificado la forma de consumo de los españoles dentro y fuera del hogar: ahora vamos a la compra con una lista cerrada en la mano y a los colegas les invitamos a tomar algo a casa. Eso sí, no perdonamos un buen gin-tonic. Según los datos extraídos...
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