En una línea positiva de defensa de toda vida humana, especialmente la más frágil, el Papa urgió ayer a ginecólogos y médicos a considerar que «todo niño no nacido, condenado injustamente al aborto, tiene el rostro de Jesucristo, tiene el rostro del Señor, que incluso antes de nacer y poco después de haber nacido, experimentó el rechazo del mundo».
En un encuentro...
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