La playa que ha sido teatro de mil conciertos, se convirtió anoche en escenario de dos tragedias: una de hace dos mil años y otra, con facetas variadas, que afecta a los jóvenes de hoy. «Hemos venido aquí», les dijo el Papa, «para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz, que es uno de los momentos fuertes de la Jornada...
Suscribete para leer la noticia completa: