NADIE te cantará cuando te hayas ido. Noria menguante como una luna que sólo aparece en los cielos bajos de abril. Noria que regresas cada año como si fueras un cangilón alimentado por el agua pasajera del tiempo. Noria nueva que echas tus raíces en la calle del Infierno cuando aún no se han apagado los ecos de la Semana Santa. Noria en cuarto creciente que nadie...
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