Penélope pasea por la vieja y romana Híspalis con su bolso de piel marrón y sus zapatitos —calza un 35 con premio— de tacón, que diría Serrat. Un bolso que se ha comprado en las rebajas después de aguantar unas colas que no se veían desde hacía tiempo en los comercios de la ciudad. Ese dato tendrán que manejarlo e interpretarlo los expertos en la obviedad, pero...
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