ANDAN asustados en Madrid con lo que ha hecho el pequeño Nicolás, ese joven de veinte años que se hacía pasar por asesor del gobierno o por miembro del CNI. ¡Ay, la Villa y Corte! Se las tragan dobladas y hasta donde pone Toledo porque siguen pensando que son el centro del mundo, y que los demás vivimos en ese engendro que ellos llaman provincias. Aún resuenan...
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