Fue en septiembre, el mes que le sirve al sol para alumbrar durante un momento el rostro de la Amargura después de atravesar la penumbra gótica y mudéjar de San Juan de la Palma. Un trianero se agarró a la madera ondulada y sinuosa como si fuera la única mujer que pudiera salvarlo del naufragio interior. Se encerró con las seis cuerdas, seis, en ese pozo con...
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