Algo que se repite dos veces ya es tradición en Sevilla. Esa novelería nos salva de nuestro gusto inveterado por lo tradicional. Y ahí seguimos, en ese círculo vicioso y virtuoso que Mircea Elíade llamaría el eterno retorno. Dos terremotos en tres años mal contados han provocado sendos temblores en Sevilla. Y los dos han venido del mismo pueblo: Montellano. Esta...
Suscribete para leer la noticia completa: