LLEGÓ la autoridad y dijo hasta aquí hemos llegado con el disimulo de los cangrejeros, y los cien mil hijos del cuento de me pongo delante en la salida y no hay quien me quite de la delantera del paso, tuvieron que aprender a andar como todo el mundo, o a esperar a pie parado, y en los canales de los sitios buenos, reservados a quienes de verdad forman parte...
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