Los calificativos están agotados. Los análisis son una redundancia. Lo sucedido en la Escuela de Hostelería de Cádiz es tan rotundo e ilustrativo, tan explícito y claro que cualquier ciudadano puede extraer las conclusiones más aproximadas sin necesidad de ningún intérprete o intermediario. Son más de tres años de una gestión lamentable, penosa, de un centro...
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