LA tentación progresista es más difícil de resistir que la tentación rubia para las morenas, que ya es decir; hasta yo me he dado unas mechas un poco más claras. El progresismo cotiza mucho más alto que la derecha, es el rubio de la política en España, y Albert Rivera quiere ser más rubio, como casi todos. Lo que incluye gustar a Jordi Évole, ese icono del progresismo,...
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