NADA ocurre por casualidad. Unos años antes, un maestro de escuela, artista, Martín Vega, había señalado el camino campero que habrían de tomar aquellas voces que llegaron a las sevillanas con un vuelo distinto. Martín Vega, que había escrito para las sevillanas —«…al amigo más fiel / lo tuve que matar…»— dramas más para coplas que se movieran entre el tiro a...
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