MANUELA Carmena es un personaje simpático: una señora septuagenaria con elevado sentido de la justicia poética, que se paseaba en bici por Malasaña, regentaba una tienda de filosofía solidaria, se movilizó contra Franco desde el PCE y fue una jueza más bien estrafalaria. Una señora mayor de curioso perfil, un poco dispersa, que flipa instalada en su utopía marxiana...
Suscribete para leer la noticia completa: