FLORENTINO Pérez podrá ser un presidente errático con los entrenadores y caprichoso con los fichajes pero acertó de pleno al alejar del Bernabéu una final de Copa que el nacionalismo más troglodita quiere convertir en un grosero aquelarre contra el Rey y el himno de España. Es decir, contra los símbolos de la nación que tiene en Madrid la capital de su Estado....
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