ASÍ estaremos esta noche. Dulcemente infartados. Como si hubiéramos visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de las puertas de Tannhäuser. O la fortuna nos hubiera regalado una noche en la alcoba de Beyonce con el maromo en comisión de servicio. Así estaremos esta noche, palanganas. Dulcemente infartados. Con un gotero de cruzcampo muy fría en las venas. Y...
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