EL poder es un espejo trucado como el de la madrastra de Blancanieves; siempre devuelve un reflejo falso. El de la coba, la endogamia, el halago. El gobernante vive entre una escenografía de trampantojos que no sólo le idealizan su propio perfil sino que le tapan el paisaje de las ventanas con un decorado. La ficción es perpetua a su alrededor; hace que cualquier...
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