LA política siempre tiene algo de embeleco, de truco, de artimaña, pero Susana Díaz ha logrado transformar ese habitual ejercicio de ilusionismo en una obra maestra de la elusión. De sus propias responsabilidades. Tras conseguir desplazar sobre la oposición su propio problema de investidura, porque ella lo vale, ayer formuló un programa anticorrupción que debe...
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