LA política española se ha vuelto tan volátil que en el Debate sobre el estado de la Nación quedó relegado con la mayor naturalidad el que se supone uno de los tres mayores problemas nacionales. El último otoño la llamada «cuestión catalana» generaba una tensión tal que parecía capaz de reventar las costuras de la patria. Un simulacro de referéndum de autodeterminación...
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