VIVEN de desperdicios. Tomaron de Obama el nombre, «We can». De los Pujol, los regateos fiscales. De Lenin, cómo alcanzar el poder desde la casi nada. Aliñado todo ello con el cabreo de los españoles, al descubrir que sus políticos les habían engañado haciéndoles creer que podían hacerse ricos como ellos, y no lo eran. Su mensaje subliminal no es la ilusión,...
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