«Se hablará de su amor por América, donde vivió y dejó una huella imborrable de afecto y amistad; de su obra y excelente capacidad de exposición. Surgirán discípulos, que atraía como un imán, para resaltar su método ordenado y constructivo»
ANTONIO Lago Carballo falleció en Madrid el pasado 21 de enero. Y se fue en silencio, como esa sonrisa que se va apagando...
Suscribete para leer la noticia completa:

