Ana Botella apuraba ayer las compras «epifánicas» en una tienda madrileña dedicada al hogar. Dos queseras, que pueden hacer la función de portatartas, a 29,90 la unidad. En la fila de la caja una señora le reclama, amablemente, una línea de autobús para la neourbanización de Valdebebas. «Ya saben cómo estan las cosas, pero sí, sí, no nos olvidamos». El oficio...
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