Podemos comienza a cebar la convocatoria callejera con la que –como demostración de fuerza popular, cual 1 de Mayo en Moscú hace medio siglo– prepara el año electoral. Y lo hace con un vídeo en el que apela al odio (así, como suena) como argumento para tomar las calles. Bolivarianamente, la cinta es irreprochable; democráticamente, es una calamidad propia de...
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