EN puridad, el Gobierno cubano no se ha comprometido a nada. A nada. Como si Raúl Castro hubiese dicho: «Mientras mi hermano y yo estemos aquí, olvidaos de que esto cambie». Y así es. la nueva guardia cubana, algo más evolucionada que los viejos revolucionarios convertidos en piedra, trata de urdir la trama administrativa que vaya a servir de suelo legal para...
Suscribete para leer la noticia completa: