Resuenan los últimos compases del año, y con ellos la dulce promesa de que los discursos incontrolablemente utópicos caerán como el agua de una lluvia prefabricada. Estos doce meses, por desgracia, han significado el auge del populismo y de una generalización de adjetivos cuanto menos injusta. Aquellos términos que creíamos ya desaparecidos de un vocabulario...
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