Qué lástima no celebrar mejor los 25 años de su Nobel
AL caladero del Oeste de Irlanda, de cielo de piedra y olas como casas, los pescadores anglosajones y franceses lo bautizaron como «Grand Sole», es decir, gran lenguado. Pero los que al final araron aquella parcela de océano fueron los marineros gallegos, que lo tradujeron como Gran Sol, nombre irónico para...
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