Siguiendo el debate del Congreso sobre la corrupción me llamó la atención la continua referencia a la ciudadanía, por parte de los diputados que subían a la tribuna, cuando, por contraste, hay un convencimiento casi general de que ese concepto no les importa demasiado. Quizá sea al pie de la letra el refrán castellano: dime de qué presumes… Iba pasando el tiempo...
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