La decisión del Gobierno de aplazar la salida a Bolsa de AENA por el exceso de celo (o de celos) del ministro de Economía, Luis de Guindos, ha causado asombro y estupefacción en los mercados extranjeros. La imagen de España no ha salido precisamente reforzada con un aplazamiento que ha generado incertidumbres, algo que –a la postre– puede perjudicar el proceso...
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