A Gallardón quiero enviar hoy mi abrazo cordial; y decirle que somos muchos los que lo vemos aureolado de una trágica dignidad
QUIENES hemos sido empujados a la soledad y señalados como pájaros de mal agüero por los moderaditos ya estamos afónicos y hartos de gritar en el desierto. Me permitirán, pues, que cite un artículo que publiqué en este mismo periódico,...
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