SI las piedras hablaran dirían su nombre porque las deja ser lo que hubieran querido ser. Son piedras felices. En algunas pule una pequeña parte de un todo para que no haya más brillo ni más metáfora que la de la tosquedad de la piedra. Tiene una Fundación sobre la que ha dejado caer, como si de meteoritos se trataran, sus esculturas, que no son nubes, ni montes,...
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