En este país de bares atestados lo educado es pregonar el Apocalipsis
AGOSTO discurre como un festival del colesterol, con todo tipo de cuchipandas amicales, amenas para el hígado. Tras un cenorrio largo como un play off de la Liga ACB, te acuestas a las tres, envuelto en una neblina mental y prometiéndote que se acabó tanta cumbia. Pero a las dos de la tarde...
Suscribete para leer la noticia completa:

