Entretenidos con sus cachivaches móviles, los tertulianos ya no disimulan su aburrimiento
YA más cerca de la tumba que de la cuna, a veces nos sorprendemos recordando con melancolía aquellas primeras tertulias televisivas del siglo pasado. Todo nació en 1976, con «La clave» de Balbín. Primero emitían una película, que era lo que veíamos los críos de la casa. Después...
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