La canonización conjunta de los dos Papas este domingo responde al sentir popular universal. Juan XXIII ya tenía fama de santo en vida, y se le llamaba «El Papa Bueno». Juan Pablo II suscitó la simpatía de todo el orbe y, nada más morir, un grito común resonó en la plaza de San Pedro en Roma para pedir su inmediata canonización: «Santo súbito». Juan XXIII destacó...
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