La protección legal del islam es la rebuscada excusa para que el radicalismo campe a sus anchas en Pakistán, donde la minoría cristiana sufre una brutal ofensiva que, amparada por la ley, llega hasta el corredor de la muerte. Un año después de los disturbios provocados por un supuesto caso de blasfemia, detonante de un estallido de odio religioso, un tribunal...
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