Nuestra civilizada época disfrazará el rencoroso regocijo que le produce ver a la hija de un Rey bajando por la rampa diciendo que la justicia es «igual para todos»
EN este empeño por ver a la Infanta bajando la rampa de los juzgados uno sólo descubre aquella inquina del populacho que se congregaba, allá por los años del Terror, en la plaza de la Revolución (hoy...
Suscribete para leer la noticia completa: