AQUÍ estamos todo el santo día mal hablando de la política como gran tema de interés general y, sin darnos cuenta, se nos van vivos los grandes asuntos de la actualidad cotidiana. Así que hoy, en este solaz de agosto, voy a pararme en un problema crucial de este país. Los yogures. No es coña. Ellos son ahora la maldición gitana. Del «pleitos tengas y los ganes»...
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