«IMPERTURBABLE» es como muchos gustan definir a Rajoy. Sus tiempos son distintos a los del resto de los españoles. Hay veces que más que gallego me parece uno de esos iraquíes o afganos que atacados por Occidente se quedan quietos y se entretienen viendo crecer la hierba. Él cree tener el control de los tiempos y esta semana ha dado un buen ejemplo de ello –quizá...
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