Hace ya un cuarto de siglo que Alfonso Guerra contrató como asistente a su hermano Juan y le puso a trabajar en su despacho oficial de vicepresidente del Ejecutivo en la delegación del Gobierno de Sevilla para, desde allí, traficar con influencias, siempre a favor de los suyos (o sea, del PSOE, de UGT o de su familia), a lo que él mismo quitó importancia al asegurar...
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