Ni una palabra se les escucha a los muy reivindicativos sindicatos de clase sobre los datos que se van conociendo sobre su implicación en la trama de los ERE fraudulentos gestionados por la Administración socialista. Deben de andar respirando por la nariz, pues la boca no la abren ni para tomar aire. Tras estar año y pico lanzando reproches al Gobierno, ni un...
Suscribete para leer la noticia completa: