De las entrelíneas de sus últimas alocuciones se desprende la lectura más o menos encriptada de una denuncia
EL tañido de las campanas de Roma siempre tiene un eco de Historia. Las que repicaban en la tarde de ayer escribían con música el epílogo de un episodio trascendental de la Iglesia, un punto de inflexión que tiene algo de salto al vacío, de vértigo azaroso,...